Hilvano tu rostro,
en la pizarra desnuda de la playa
incansable oleaje de voces
humedecen nuestros labios
La tarde encendida,
destella tu mirada
refulgiendo el encuentro
bajo el manto del mar.
Mis manos,
retienen el libro de ayer
desnuda en la biblioteca,
stop motion
la escritura táctil de mis dedos.