viernes, 25 de febrero de 2011

MÚSICA

Sus dedos
dibujaban el sonido resiguiendo
la luz de sus ojos
en estos caminos nuevos de esperanza.

En esa, su pausa,
sentada en el sofá,
permanecía con los ojos cerrados
no vencida por el sueño,
sino transportada por su ueño.                                                                   
Al reloj de pared le habían caído las horas
así se encontraba ella
descubierta en el tiempo, desnuda.

La música, enmudecida
balanceaba sus pasos
dibujando primaveras
siguiendo el ritmo
de unas horas sin reloj.

Las mariposas aleteaban
despertando su interior
colmando de polen
el pentagrama de su vida.

Bajo el neón
briznas de polvo
taras suspendidas
sobre las alas de mariposas.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres un gran poeta, has sabido detener el tiempo como lo detuvo Hopper en el cuadro y a su vez nos detienes en el. Un abrazo, Anne.

Tara dijo...

qué haría yo sin ella?
cómo alimentaría mis sueños sin un son que les diera sentido?

creo que me parezco a ella, que a mi reloj se le cayeron sus agujas pues su música sigue latiendo en mi corazón

Tara dijo...

primero tú, el hombre ante esa vista tan maravillosa

luego Anne, valiente narradora de sus cuadros

y de nuevo, tú

debo buscar mi Hopper, está claro

Amanteceres dijo...

El corazón humano es un instrumento de muchas cuerdas; el perfecto conocedor de los hombres las sabe hacer vibrar todas, como un buen músico.

Charles Dickens

Preciosa...

Un beso desde mis Amanteceres.

Shang Yue dijo...

no sé por qué pero te imagino dentro de ese plano, mirándola

deleitando tus ojos con la música que desprende su corazón

eMiLiA dijo...

Precioso. Sumamente precioso.
Por un momento cerré los ojos y era yo.

:)

Un abrazo

Tara dijo...

"Y aquí me hallo, indiferente a todo recato, con mis cortas pantorrillas, la carne dilatada de mi vientre, y mi cabellera ocultándome el rostro, esperando a mi amante ajena a todo pudor."

(Las historias secretas que Hopper pintó, de Erika Bornay)